Cómo tratar el acné leve

El acné leve se caracteriza por la aparición reducida y moderada de espinillas o barros y en muchos casos puede remitir sin la necesidad de un gran tratamiento médico, simplemente con seguir algunos consejos en la rutina de limpieza diaria y modificar determinados hábitos de vida. Aún así, siempre es recomendable consultar con un dermatólogo para saber con exactitud si serán necesarios productos o medicamentos tópicos como los retinoides tópicos, el peróxido de benzoilo, el ácido azeláico o los antimicrobianos.

Además de la aplicación de una loción tópica para el acné, será fundamental que repares en la limpieza diaria de tu rostro. Debes adquirir un limpiador facial suave y específico para desobstruir los poros, acelerar el desprendimiento de células cutáneas y reducir la producción de sebo. Las pieles con acné deben limpiarse dos veces al día, una en la mañana y otra en la noche para eliminar todas aquellas bacterias que estén causando la aparición de granos. La limpieza debes hacerla usando agua tibia y en ningún caso caliente, ya que esta última tiende a resecar aún más la piel. Así mismo, sé cuidadoso y no frotes tu cara con fuerza ni con movimientos bruscos.

Una vez finalizada la limpieza del rostro, debes secar la piel con una toalla completamente limpia y que no haya sido utilizada anteriormente; es muy importante que procures no compartir tus objetos de higiene personal. Luego, ya podrás aplicarte la loción tópica que utilizas para tratar el acné o la que te ha recomendado tu dermatólogo.

Por lo general, se recomienda a las mujeres que sufren de acné que se abstengan de maquillarse a diario, ya que la aplicación de determinados productos cosméticos podría agravar la afección. Ahora bien, si lo que deseas es disimular las imperfecciones del rostro, deberás usar un maquillaje hipoalergénico, que no sea comedogénico y que proteja tu piel frente a los agentes externos contaminantes. Busca siempre cosméticos de calidad y verás cómo tu piel te lo agradecerá a la larga y lucirá mucho más saludable. Eso sí, no olvides retirar tu maquillaje nada más llegar a casa y limpiar tu piel tal y como hemos explicado en los pasos anteriores.

Además de estas medidas de higiene, es conveniente seguir una dieta sana y saludable, pues esta puede aportarle a la piel las vitaminas y los nutrientes que necesita para recuperarse de forma más rápida. Para contrarestar los síntomas propios del acné se requiere de una alimentación rica en verduras y frutas, así como de ingredientes que aporten omega 3, betacarotenos, vitamina B6 y zinc. Mantenerse hidratado bebiendo al menos 1,5 o 2 l de agua diarios es básico también para mejorar el aspecto de la piel desde el interior.

Por el contrario, se deben evitar aquellos alimentos con altos niveles de grasa, la cafeína y el alcohol, entre otros que puedes ver en el artículo Qué alimentos producen acné.

Durante el tratamiento del acné leve, se aconseja evitar frecuentar espacios en los que la piel quede plenamente expuesta a humo, polvo, suciedad, etc., ya que estos agentes externos penetran en su capa superficial, ocasionan la aparición de nuevas impurezas y empeoran las ya existentes.

Otras pautas a seguir que serán beneficiosas para el aspecto de tu piel y lograr que el acné desaparezca son las siguientes:

• No te toques la cara continuamente y procura lavarte las manos siempre que puedas para no trasladar microbios y bacterias de tus manos al rostro.
• No aprietes, revientes o arranques ningún grano o espinilla; esto hará que queden cicatrices y maracas en la piel. Deja que se sequen y drenen por sí solos.
• Evita la aplicación de cremas y productos cosméticos grasosos.
• Procura no llevar el pelo en la cara.
• Reducir la exposición directa al sol de tu piel.

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