Cómo aplicar vitamina C en el rostro


La vitamina C es un nutriente que no debe faltar en nuestra alimentación si queremos tener un sistema inmune saludable, además de ayudarnos a luchar contra la formación de los radicales libres que pueden producir el envejecimiento prematuro de las células y condiciones como el cáncer. Pero este ingrediente es también clave para garantizar la salud de nuestra piel, ayudándonos a que luzca mucho más saludable, hermosa y especialmente joven.
¿Quieres incorporarla a tu rutina de belleza pero no sabes cómo? Sigue leyendo, porque en unComo.com te explicamos cómo aplicar vitamina C en el rostro y conseguir los mejores beneficios.
Beneficios de la vitamina C sobre la piel
Ingerir alimentos ricos en vitamina C es muy importante para mantener nuestro sistema inmune saludable al tiempo que impedimos el envejecimiento prematuro de las células. Pero si queremos conseguir un efecto potente sobre la piel de nuestro rostro, entonces no basta con consumir este nutriente en nuestra dieta, lo mejor es optar por su aplicación tópica para obtener los mejores resultados.
Entre los beneficios de aplicar vitamina C en la cara destacan:
- Sus altas propiedades antioxidantes, protegiendo la piel del rostro de los daños causados por los radicales libres que afectan su juventud, luminosidad y apariencia.
- El efecto en la disminución visible de las arrugas y líneas de expresión debido a que contribuye a la producción de colágeno. Esto al mismo tiempo ayuda a retrasar la producción de nuevas arrugas.
- Mejora la apariencia de pieles maltratadas por el sol, ayudando a reducir el daño que la dermis ha sufrido y previniendo futuras marcas debido a la exposición solar.
- En una concentración superior al 10%, ayudan a reducir la presencia de manchas en el rostro, mejorando la apariencia uniforme de la piel.
- Mejora la circulación sanguínea, haciendo que las cremas y tratamientos faciales que aplicamos funcionen mejor.
- Disminuye la inflamación en la piel y la hace lucir más sana y hermosa. La vitamina C aplicada en el rostro es perfecta para disminuir bolsas, zonas enrojecidas o áreas inflamadas.

Para quién se recomienda y cómo se aplica
En términos generales, la aplicación de vitamina C en el rostro es recomendable para:
- Personas mayores de 30 años pues contribuye a la producción de colágeno y a la lucha contra el envejecimiento prematuro de la piel, que comienza a evidenciarse a partir de esta edad.
- Quienes cuentan con la piel del rostro muy dañada por el sol, esto puede presentarse en personas de cualquier edad, incluso menores de 30 años. En esos casos también se recomienda la aplicación de este nutriente de forma tópica.
- Personas con la piel opaca, con falta de luminosidad y aspecto cansado. Este nutriente ayuda a mejorar la apariencia de la dermis combatiendo estas condiciones.
En personas con eczemas, alergias, piel muy sensible o demasiado bronceada, así como en zonas en las que hay verrugas o herpes, no se recomienda el uso de productos con vitamina C.
¿Cómo aplicar este nutriente en la cara?
Como explicaremos en los siguientes pasos, hay diversas formas de aplicar vitamina C en el rostro, sin embargo es recomendable hacerlo siempre con la cara bien limpia y en las noches, nunca en el día. La vitamina C se oxida con el sol, por lo que al aplicarla de día sus efectos no serían los esperados, al mismo tiempo en las noches contribuye a regenerar la dermis siendo mucho más efectiva y potente.
Debe aplicarse directamente sobre la piel, nunca encima del maquillaje o de protectores solares, ya que en esos casos su absorción quedaría limitada.
Vitamina C en productos cosméticos
La forma más fácil y común de aplicar vitamina C en el rostro es mediante productos cosméticos enriquecidos con este nutriente, aunque en los centros estéticos también se puede optar por tratamientos faciales profesionales que aportan una buena dosis de este nutriente, ofreciendo luminosidad a nuestra piel.
Los productos con vitamina C que más encontraremos en el mercado son:
- Ampollas: se aplican directamente sobre la dermis a modo de crema facial, las mismas ofrecen diversas concentraciones de vitamina C que van normalmente desde el 5 al 20% y pueden incluir otros nutrientes como vitamina E o propiedades hidratantes. Una vez abiertas debes usarse en un plazo máximo de 24 horas o la vitamina se oxidará quedando inservible, pueden utilizarse a diario si se busca un resultado inmediato o intenso, o 3 veces a la semana en el caso de pieles jóvenes que quieran mantener la salud.
- Sérums: ideales para pieles grasas, su textura ligera permite una fácil aplicación. Se trata de productos enriquecidos con vitamina C que suelen usarse como tratamiento intensivo durante 10 días consecutivos, aportando luminosidad y nutrición al rostro. Ideales para las personas con la piel opaca o maltratada por el sol.
- Cremas: es el producto perfecto para quienes quieren disfrutar de los efectos de esta vitamina a largo plazo, mezclada usualmente con otros compuestos que ofrecen propiedades hidratantes o antiedad en cremas nutritivas.
- Vitamina C en polvo: este producto se mezcla con la crema o el sérum de nuestra preferencia aportando así todos los beneficios de este nutriente a la dermis. Es una buena alternativa para quienes se sienten contentos con su línea de cosméticos pero quieren incorporar los beneficios de esta vitamina a su rutina.

Mascarillas caseras con vitamina C
Esta claro que incorporar un producto cosmético enriquecido con vitamina C en tu rutina de belleza marcará la diferencia, pero además puedes optar por alternativas caseras que te ayudarán a disfrutar de los efectos de este nutriente sobre tu piel.
Aplica cualquiera de estas dos mascarillas siempre con el rostro bien limpio y exfoliado y en las noches. Puedes usarlas una vez a la semana.
Mascarilla reafirmante y luminosa
Esta alternativa combina las propiedades nutritivas de la yema de huevo, la hidratación de la miel y el poder antioxidante y luminoso de la vitamina C para crear una mascarilla de fácil aplicación que aporta buenos resultados. Para hacerla necesitas:
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada de miel
- 1 pastilla efervescente de vitamina C
Bate la yema de huevo con la miel hasta conseguir una mezcla uniforme, después disuelve pastilla de vitamina C en una cucharada de agua e incorpora al resto de la mascarilla. Aplica sobre el rostro limpio con una esponja o pincel y deja actuar durante 15 minutos. Retira con agua tibia y disfruta de una piel hermosa.
Mascarilla nutritiva de naranja
Fácil y rápida de elaborar, esta alternativa aporta hidratación y purifica el rostro gracias a la miel, mientras que nos ofrece un buen contenido de vitamina C debido a los poderes del zumo de naranja natural. Para hacerla necesitas:
- 1 cucharada de miel
- El zumo de una naranja recién exprimido
Mezcla ambos ingredientes hasta obtener un producto homogéneo, aplica sobre el rostro limpio y previamente exfoliado y deja actuar durante 15 minutos. Retira con agua tibia y disfruta de una piel llena de luz.

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