El roce con ciertos objetos puede producir fricción en nuestra piel, ante este escenario el cuerpo como mecanismo de defensa y para curar la herida, genera una ampolla, una burbuja generalmente llena de agua que puede ser muy molesta. El uso de ciertas herramientas o el levantamiento de pesas sin guantes pueden generar ampollas en las manos, mientras que las de los pies se producen por caminar mucho con zapatos inadecuados. Pero este problema tiene solución, en unComo.com te explicamos cómo curar y evitar las ampollas en manos y pies de forma sencilla.
Para evitar una ampolla en las manos lo mejor es protegerlas con guantes adecuados cada vez que vayamos a trabajar con materiales que puedan producir fricción como por ejemplo ciertos tipos de madera, metales, herramientas o pesas. La repetición de un mismo movimiento rozando la piel produce fricción más rápido de lo que piensas dando como resultado las molestas ampollas. Por eso se preventivo antes de que ocurra
El caso de las ampollas en los pies requiere de varias medidas preventivas. La primera de ellas, y esto aplica especialmente para las chicas, es no comprar zapatos incómodos. Aquellos diseños que aprieten nuestros pies o generen molestias en cualquier punto cuando los probamos deben ser descartados. En la tienda prueba los zapatos y camina un poco con ellos, puede ser fácil notar en que punto son incómodos, descártalos de inmediato
Hay ciertos tipos de zapatos, como las bailarinas, que suelen molestar en los primeros usos, hasta que estiren un poco. Para evitar las ampollas o bien estíralos en casa usando unas medias, o al llevarlos a la calle protege los puntos sensibles (parte trasera del talón, parte delantera cerca del dedo pequeño y del área del juanete) con unas tiritas. Recuerda elegir zapatos de calidad, preferiblemente de piel que permitan a tus pies respirar para evitar además el mal olor
Si planeas hacer un viaje que requiera de caminar mucho, con actividades como el senderismo, lleva unos zapatos cómodos y adecuados para este recorrido.
Si por cualquier motivo te ha salido una ampolla y deseas curarla cuanto antes lo primero que debes hacer es eliminar el líquido que se encuentra en su interior. Desinfecta una aguja con alcohol y luego procede a dar un pinchazo delicado en la ampolla, presiona un poco si es necesario hasta que todo el líquido salga.
Lava la zona de la ampolla con agua y jabón neutro de forma delicada. No retires la piel que se ha creado en el área, pues éste es el mecanismo de nuestro cuerpo para proteger la herida, si la arrancas quedará en carne viva y las molestias serán mayores
Es bueno colocar alguna crema cicatrizante en la piel, sobre todo si la ampolla se encuentra en una zona demasiado expuesta como las manos. Luego tapa la herida con una tirita, recuerda cambiarla todos los días y lavar la herida con agua y jabón neutro cada vez que tomes un baño
Dependiendo de su tamaño, del roce producido y de los cuidados, las ampollas podrían infectarse. Si usas una crema cicatrizante con antibiótico es poco probable que ocurra, pero si al cabo de unos días notas que la herida está roja, con pedazos amarillentos, te duele o te pica, es posible que esté infectada. En ese caso lo mejor es acudir a una farmacia o un médico para obtener un tratamiento adecuado
Recuerda que mientras tengas la ampolla lo más recomendable es evitar la actividad o los zapatos que te han generado la fricción. Si no es posible, al menos protege muy bien la zona para prevenir nuevas ampollas o el empeoramiento de la que ya tienes
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