Cómo diferenciar unos senos operados de unos naturales

Cómo diferenciar unos senos operados de unos naturales

¿Operados o naturales? Hay muchas personas que se han planteado esta pregunta cuando han visto a una mujer con unos senos muy voluminosos. Lo cierto es que esta es una pregunta difícil de contestar, sobre todo, porque depende de la técnica de cada cirujano y del tipo de implante que se use para la operación, sin embargo, sí que hay algunos signos que pueden ayudarnos a determinar la naturaleza de estos pechos como, por ejemplo, la proximidad entre ellos, la posición, etcétera. En este artículo de unCOMO vamos a ayudarte a que sepas cómo diferenciar unos senos operados de unos naturales con algunos elementos que pueden ayudarnos a averiguar la realidad.

La cercanía entre los senos, un buen indicativo

Para poder diferenciar unos senos operados de unos naturales lo primero en lo que podemos fijarnos es en la proximidad de los pechos pues es uno de los indicativos más evidentes de si son naturales o si están operados. Normalmente, las mujeres tienen una cierta separación entre sus senos y, para crear un escote pronunciado, necesitan unos sujetadores que los eleven y los junten, a no ser que los tengan excesivamente grandes. Sin embargo, en el espacio de separación entre el pecho, igualmente hay carne que empieza a abultarse, esto es porque es la zona donde empiezan a crecer y, por tanto, se puede presenciar una leve protuberancia que se expande hasta convertirse en el pecho.

En el caso de las mujeres operadas, esta separación está muy marcada y los senos están espaciados entre ellos sin que haya carne de por medio. Es decir, están colocados como si fueran dos balones en cada extremo del cuerpo sin que se pueda ver el crecimiento del tejido del seno. Además, la separación que hay naturalmente entre los senos, no se respeta de igual forma cuando estos se operan y se muestran demasiado próximos el uno del otro.

Ten en cuenta que, por lo general, los pechos de las mujeres no son totalmente simétricos, siempre hay alguno que es más grande que el otro o que está ligeramente más caído. Esto es lo natural pues el cuerpo humano presenta algunas asimetrías. Por tanto, si cuando observas a una mujer y tiene dos senos completamente idénticos es probable que no sean naturales.

La proporción con el resto de su cuerpo

Otra de las formas para diferenciar unos senos operados de unos naturales es que nos fijemos en la mujer en sí misma. Lo más natural es que una mujer delgada y estrecha, tenga unos senos pequeños y con un volumen que esté proporcionado con el resto de su cuerpo. Es poco común que una mujer que se vista con una talla 34 tenga una talla 100 de pecho.

Por tanto, si la mujer en cuestión es muy delgadita y, sin embargo, tiene el pecho muy abundante es probable que lo tenga operado pero, ¡ojo!, no debemos tratar este dato como algo 100% fiable porque sí que es cierto que hay algunas mujeres pequeñas que tienen una talla grande de pecho.

Pechos muy erguidos

Un dato bastante verídico que puede ayudarnos a saber si unos senos son operados o naturales es la postura misma del pecho. Recordemos que el uso de sujetadores está pensado para aguantar el pecho que, por naturaleza y por la gravedad, tiende a caer ligeramente hacia abajo. Cuando una mujer sin sujetador tiene el pecho en la misma posición que cuando lleva la ropa interior, es porque seguramente lleva prótesis de silicona.

También puedes fijarte en el movimiento del pecho cuando ella se mueve. Unos senos de silicona apenas se moverán aunque la mujer esté corriendo, en cambio, unos pechos naturales sí que se moverán mucho ante el cualquier movimiento porque el tejido es blando. La silicona es dura y, por este motivo, el movimiento será mucho menos intenso y, además, el tacto de ellos también te parecerá más duro que los naturales.

En este otro artículo de unCOMO te contamos las causas de los senos caídos.

Otros signos que pueden indicarte que los senos están operados

Además de estos signos que pueden ser evidentes de que una mujer tiene el pecho operado, hay otros que pueden también ayudarnos a detectar la naturaleza de los mismos. No son muy visibles a simple vista y tendrás que inspeccionarlos al detalle para poder comprobar su naturaleza. Aquí los tienes:

Cicatrices en los senos

Aunque la mayoría de ellas no son visibles a simple vista, lo cierto es que una operación de pecho siempre comporta una o varias cicatrices que pueden estar situadas en la zona de las axilas o debajo del pecho en cuestión. Son marcas que, cada vez, se disimulan mejor y que se hacen en zonas bastante ocultas pero, si inspeccionas bien, podrás verlas.

Se oye líquido en el interior del pecho

Cuando una mujer tiene el pecho operado, es habitual que cuando se mueve de forma brusca, se oiga una especie de chapoteo, sobre todo cuando los implantes son de solución salina. Para oírlo no hace falta tener un oído demasiado fino sino, simplemente, estar en una habitación tranquila, por tanto, requiere que sea un momento de intimidad entre vosotros.

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