Cómo exfoliar la piel quemada

Cómo exfoliar la piel quemada

Son de sobra conocidos los consejos que nos dan desde la comunidad médica acerca de los efectos que tiene el sol en nuestra piel. Se trata de algo a lo que debemos hacer caso y utilizar las medidas adecuadas para evitarlos. La excesiva exposición solar puede provocar daños en nuestra piel como envejecimiento prematuro, quemaduras, irritación, alergias e intolerancia al sol y en casos extremos, pero cada vez más habituales, cáncer de piel. Existen varios tipos de cáncer de piel, pero el más peligroso es el melanoma maligno, asociado de forma directa a los daños producidos por los rayos solares.

Existen ciertos fototipos de piel que son más proclives a quemarse durante la exposición solar. Si eres una persona de piel y ojos claros, debes saber que tienes más probabilidades de quemarte y de sufrir problemas como los mencionados anteriormente. Para evitarlos, debes proteger tu piel con un protector solar de factor alto y evitar permanecer al sol en las horas centrales del día. Pero, si ya te has quemado y quieres saber cómo exfoliar tu piel quemada, en unComo.com queremos darte una serie de consejos para saber cómo hacerlo de manera óptima.

Pasos a seguir:
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Lo primero que debes hacer es ducharte con agua fría para refrescar la piel e hidratarla. En una quemadura se pierden todos los lípidos y líquidos que mantienen hidratada la piel y esta se encuentra completamente desprotegida, con lo que somos nosotros quienes debemos aportarle los elementos que ha perdido. A la hora de secarte, hazlo de forma muy delicada, aplicando pequeños golpecitos. Evita frotar la piel ya que se encuentra en un estado muy sensible y puede dolerte.

Otra cosa importante es beber mucha agua ya que desde el interior también devolvemos la hidratación a los tejidos cutáneos. Además, es posible que hayamos sufrido una insolación y estemos deshidratados también a nivel interno.

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Una vez tengas la piel limpia y seca, es hora de aplicar un exfoliante suave. Es muy importante que el exfoliante que utilices sea respetuoso y cuidadoso con tu piel, no es recomendable usar uno de grano muy grueso y agresivo. Ten en cuenta que tu piel está en un momento muy frágil, con lo que se la debe tratar con el máximo mimo.

Lo ideal es escoger exfoliantes naturales, evitando así perfumes y agentes químicos nada beneficiosos para una piel comprometida; además, es adecuado que combinemos ese exfoliante con un agente hidratante, ya que lo que más necesita nuestra piel en estos momentos es hidratación.

Evita eliminar la piel muerta arrancándola. Te llevarás también piel sana y puedes provocar una infección dejando la piel desprovista de su capa externa. Un exfoliante adecuado y suave te ayudará a eliminar los "pellejitos" que queden sueltos sin dañar la piel adyacente.

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Para preparar un exfoliante respetuoso con tu piel, puedes optar por usar harina de avena y leche, mezclarlos hasta conseguir una pasta homogénea. Una vez tengas la piel limpia y seca, aplica la pasta en las partes del cuerpo donde exista descamación. Deja actuar durante 15 minutos y retira aclarando con abundante agua.

Una vez retirada la mascarilla, seca la piel de forma delicada, a golpecitos en lugar de frotando. Para finalizar, hidrata la piel con productos indicados para la piel expuesta al sol, cuyos componentes contienen agentes calmantes y extra hidratantes.

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Los beneficios que podrás adquirir con el exfoliante natural de avena son calmar la piel y reducir la irritación, devolviendo la flexibilidad perdida. Hidratando la piel, ya que la avena es un humectante natural que le devolverá el aspecto terso y suave anterior a la quemadura.

Suaviza la piel y le proporciona la elasticidad que desapareció con sobreexposición solar. La leche y el yogur enteros aportan hidratación y devuelven a la piel los lípidos y grasas que se vieron disminuidos con la quemadura solar.

También podrás eliminar los restos de células muertas resultantes de la descamación y devolver a tu piel su aspecto habitual. En unComo te contamos cómo cuidar la piel quemada.

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