¿Te ha salido un grano con pus? Es una marca antiestética que puede hacerse desaparecer con sencillos pasos pero, antes de nada, debes evitar por todos los medios tocarlo con los dedos, algo que tenemos muy arraigado en estos momentos y que, sin embargo, lo único que provoca es que se infecte aún más la zona y que su apariencia empeore. Por lo tanto, ¡nunca te lo toques con los dedos, por muy blanco que esté! En este artículo de unComo vamos a darte las claves para que aprendas cómo quitar los granos con pus de un modo higiénico y que conseguirá que no te vuelva a aparecer. ¡Toma nota!
Seguro que si alguna vez has ido a una estética a hacerte una limpieza de cara habrás notado que, antes de empezar con el tratamiento, la esteticista te ha aplicado vapores en el rostro o vahos. El motivo de este paso previo es que con el calor que se desprende se consigue reblandecer la piel y, por tanto, se facilita el proceso de extracción de la infección.
Así que, antes de comenzar con la extracción del grano en cuestión, será imprescindible que tu piel esté blanda y, para ello, lo mejor es que lo hagas cuando hayas salido de la ducha, momento en el que tu piel está perfecta para limpiarla.
Para quitar un grano de pus tendrás que usar un algodón e impregnarlo de alcohol. Aplícalo en la zona donde está el grano y en su alrededor para conseguir que la piel quede limpia antes de hacer estallar el granito. Lo más recomendado es que esperes a que la pus se vea bastante para proceder a su extracción pues, de lo contrario, es posible que te cueste mucho (y te duela) limpiarlo en profundidad. Ten en cuenta que cuanto más maduro esté, mejor se podrá sacar.
Sobre todo: ¡nunca lo hagas con los dedos! Ten en cuenta que, por mucho que te laves las manos, en la piel viven bacterias que podrían penetrar en tu piel y provocar una mayor infección. Tienes que hacerlo siempre con un algodón o una gasa que esté bañada en alcohol. Aprieta hasta que veas que te aparece la primera gota de sangre, este será el indicador que nos dirá que ya hemos sacado todo la pus que había acumulado.
En el caso de que tu grano esté muy infectado, puede ser que te duela demasiado como para presionar directamente con los dedos. En este caso, puedes ayudarte con una aguja y conseguir liberar la pus que esté almacenada en la piel. Si optas por este método también será esencial que hayas bañado la aguja con alcohol para esterilizarla.
Una vez esté tu grano libre de pus, es importante que vuelvas a aplicar la gasa o el algodón encima del mismo para que se limpie y desinfecte la zona. Si es necesario, puedes usar una nueva gasa y bañarla en algodón para que el resultado sea impecable.
Una vez ya se ha quitado el grano de pus es necesario proceder a cerrar el poro para que no se cuele ninguna otra bacteria que pueda volver a provocar la infección. Para conseguirlo, bastará con que apliques en la zona un poco de tónico purificante o algún producto astringente (el limón o una mascarilla de arcilla verde puede servir).
Después de limpiar la pus, tu piel estará enrojecida durante unos días más debido a la presión que has hecho, incluso puede llegar a inflamarse. Para poder bajar la inflamación y conseguir que la curación sea lo más pronta posible, puedes optar por usar alguno de estos tratamientos naturales:
- Hielo: es uno de los remedios caseros más indicados para ayudar a desinflamar cualquier parte del cuerpo que se haya visto dañada. Tendrás que poner un puñado de cubitos de hielo dentro de una bolsa de plástico o envueltos en un paño y, después, aplicarlo sobre la zona donde tienes el grano y dejar que actúe durante unos 10 minutos.
- Pasta de dientes con flúor: el flúor ayudará a que baje la inflamación y se acelere el proceso de curación. Para conseguirlo tan solo bastará con que apliques un poco de pasta dental en la zona y dejar que se seque; después limpia con abundante agua y repite durante el día hasta que veas que mejora.
- Limón con sal: el limón es un ingrediente ácido y astringente, por lo que nos ayudará a limpiar la zona. Si lo mezclamos con la sal, otro producto ideal para depurar, conseguimos un tónico natural que conseguirá una limpieza profunda de la piel.
Si quieres conocer otros trucos te invitamos a leer nuestro artículo sobre cómo desinflamar un grano.
Si tu piel acostumbra a tener granos, es esencial que empieces a tratarla con los cuidados necesarios. Una piel grasa con tendencia a padecer acné precisa que se lave el rostro a diario (mañana y noche) con un jabón neutro u "oil free", de esta manera, se consigue quitar cualquier resto de suciedad que se haya podido quedar impregnada en los poros y, por lo tanto, evitar que penetre en el poro y produzca granos de pus.
También será necesario que, al menos 1 vez por semana, realices una exfoliación de la piel del rostro para conseguir limpiar las células muertas que son las responsables de tapar los poros y, por lo tanto, provocar la aparición de acné.
En este artículo de unComo te contamos de forma detallada cómo evitar los granos de la cara.
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